Con su quietud propició el encuentro de a dos por dos
sobre la noche,
Y se acordó que fue conquistada de reojo
en el peldaño de la escalera de un edificio.
Después supo que se había deslizado
como la nieve entre la maraña de sabanas,
Así supo de la pureza del suspiro después del arrebato.
Ahí la soñaba;
entre los tejados marchitos y los últimos peldaños de la medianoche;
ahí donde nada sería capaz de igualar su loca aventura
de algún día desentrañado ¡No sé cuando!.
Ni siquiera lo hizo la nieve de mis sienes;
ni siquiera los recuerdos de esa noche que no me aquietaba.
Fue casi como una historia desvencijada por el calendario aquel;
el de los mil días y varias rotaciones más;,
el que simplemente no se adormece
y continúa haciendo caso omiso a los intentos por detenerla.
Si no fuera por que estaba enredada en un sueño y mis sábanas,
jamás la habría despertado.
No era necesario, por que en sus peores momentos
hasta el insomnio le sentaba.
Desde entonces encierro los fantasmas en un mueble provenzal
que alguna vez copié de una revista en el velador.
Sin embargo se cuela entre mi ventana y las nubes que la quisieran atrapar
Y se esconde de mis ardores como si temiera mi desnudez.
Y nada le digo cuando provocativa, ella se baña desnuda
sin que nada obture su pálida sensualidad.
POESÍA INEDITA GALARDONADA POR FIN-LALISTA
Poesía Reflexiva finalista del concurso “Por fin dije lo que dije” Por su aporte a lo último de lo último en poesillas hip-pano-lalista.
El millonario Cheque del galardón se lo entregó un delfín por reunir el perfil de un finalista.
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