Y si los libros se comieran
entonces habría hambre de lectura,
Y si la comida se leyera,
entonces todos apetecerían una "sopa de letras"
Y si nadie pudiese viajar,
entonces las ciudades vendrían a nosotros con sus petas y escritores;
cocineros y artesanos, sus modas y demases.
Ubicaría a Lima en la Cocina y, me hartaría de ceviches.
Paris en el dormitorio y no me agotaría ser romántico;
y la Deneuve se haría de mil novecientos cincuenta y siete.
Madrid en el jardín y una doña pasearía;
y Martita Sanchez se haría de mil novecientos cincuenta y siete.
Ubicaría Moscú en la terraza y tendría una Plaza Roja.
Quito sobre el techo y la lluvia caería sobre el tejado de barro nuevo.
Lisboa en el librero y leería a Teixeira de Queirós,
de quien no he leído mucho.
Venecia en el comedor para navegar en enjundias gastronómicas
Buenos Aires para arrebatar una "Mina" en el mejor de los tangos.
De "Uno" o "Por una cabeza"
POE-SILLA DEL MIMBRE
PREMIO "Albañil de Urbes" Poetas Cuadrilla de Ladrillos
Galardón "Canaleta de Barro" Cófrade de Escritores Mezclados en Hormigón
Galardón "Revoques" círculo de poetisas de la ciudad dormida.
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